El Departamento de Transporte de Estados Unidos (USDOT) ha anunciado recientemente que aumentará el número de vuelos de pasajeros permitidos desde China a Estados Unidos de 12 a 18 vuelos semanales de ida y vuelta, a partir del 1 de septiembre. A partir del 29 de octubre, el número de vuelos aumentará a 24 por semana, duplicando la frecuencia actual.
Los vuelos de ida y vuelta serán operados por tres aerolíneas estadounidenses y seis chinas: Air China, China Eastern Airlines, China Southern Airlines, Hainan Airlines, Sichuan Airlines y Xiamen Airlines.
Este último avance en la cooperación bilateral en materia de aviación se produce en medio de un periodo de gran tensión geopolítica entre ambos países. Los expertos han afirmado que esta medida, en respuesta a la fuerte demanda, contribuirá a que el mercado de vuelos directos de pasajeros recupere los niveles anteriores al COVID-19.
La Embajada china en Washington remitió las preguntas sobre detalles concretos a las autoridades de China, pero afirmó que "los vuelos directos son esenciales para aumentar las visitas mutuas entre los pueblos chino y estadounidense. Esperamos que el restablecimiento de más vuelos sea beneficioso para el flujo de personas y el comercio entre los dos países."
"Nuestro principal objetivo", añadió el USDOT, "es crear un mejor entorno en el que las aerolíneas de ambas partes puedan ejercer plenamente sus derechos bilaterales para mantener un equilibrio competitivo y una oportunidad justa y equitativa para las aerolíneas estadounidenses y chinas."
Las aerolíneas estadounidenses señalan que no pueden sobrevolar el espacio aéreo ruso en sus rutas a China, lo que alarga considerablemente los tiempos de viaje. En junio, Reuters informó de que las aerolíneas chinas también estaban evitando sobrevolar el espacio aéreo ruso en los vuelos recién aprobados hacia y desde Estados Unidos, aunque siguen utilizando el espacio aéreo ruso para otros vuelos. Los observadores del sector consideran que esta medida es política y carece de base racional, ya que se debe a las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos a Rusia, que nada tienen que ver con China.
La recuperación de los vuelos internacionales en China es de gran importancia para el restablecimiento del tráfico regional y mundial de pasajeros, ya que los vuelos internacionales representaban el 15% del mercado total de pasajeros aéreos de China antes de la pandemia. Aunque se ha observado una fuerte tendencia a la recuperación entre enero y abril de 2023 tras la reapertura de China, las incertidumbres en torno a las políticas de transporte aéreo podrían afectar significativamente a la trayectoria de recuperación del tráfico.
Este aumento de los vuelos entre China y Estados Unidos es un signo alentador de la recuperación de la aviación internacional tras la pandemia de COVID-19. También es un paso positivo en las relaciones entre ambos países, que incluye un renovado interés por la inversión mutua y una mayor frecuencia de viajes/interacción entre sus ciudadanos.
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