El Puerto de Chancay está experimentando un proceso de modernización desde 2019, posterior a décadas de limitaciones en su infraestructura que han obstaculizado su capacidad para manejar una variedad más amplia y voluminosa de cargas. Este proyecto de renovación, situado estratégicamente en la costa central de Perú a solo 80 kilómetros al norte de Lima, en la región de Huaral, se ha convertido en un punto focal para el desarrollo económico del país. Además, su ubicación cercana al Corredor Interoceánico Central lo posiciona como una ruta logística clave para el transporte de mercancías a nivel nacional e internacional.
La modernización del Puerto de Chancay no solo busca resolver las deficiencias de infraestructura existentes, sino también aprovechar al máximo su potencial para impulsar la competitividad de Perú, mejorar su eficiencia logística, fortalecer su conectividad y atraer inversiones.
Proyecto de modernización del Puerto de Chancay
Iniciados en 2019 con una inversión inicial de USD$1.300 millones y proyectados a superar los US$3.600 millones a largo plazo, los trabajos de modernización del Puerto de Chancay son liderados por la empresa china Cosco Shipping con una participación del 60%, y la empresa peruana Volcan Compañía con el 40%.
Este megapuerto, diseñado para convertirse en un hub regional, tiene una capacidad inicial planificada para manejar 1 millón de TEU anuales en su primera fase, junto con 6 millones de toneladas de carga general y a granel, y la capacidad para recibir buques de hasta 18.000 contenedores. Estos números no solo demuestran el potencial de crecimiento para diversas industrias en Perú, sino que también prometen un impacto económico significativo, incluida la creación estimada de alrededor de 7.500 empleos directos e indirectos durante las diferentes etapas del proyecto.
Además, al convertirse en una puerta de entrada directa hacia Asia, el Puerto de Chancay está destinado a posicionarse como uno de los hubs portuarios más importantes en la costa del Pacífico. Esta estrategia no solo atraerá una parte sustancial del comercio de países vecinos como Chile, Ecuador, Colombia y Brasil, sino que también aliviará la congestión en el Puerto de Callao, actualmente saturado como principal puerto del país.
Es relevante destacar que, si bien el proyecto ha sido financiado completamente por el sector privado, tanto el gobierno chino como el peruano han desempeñado un papel crucial en la ejecución de las obras de construcción y modernización del puerto.
Se espera que el puerto modernizado comience a operar en el último trimestre de 2024, coincidiendo con la inauguración prevista durante la Cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Perú, programada del 10 al 16 de noviembre, con la participación del presidente de China, Xi Jinping.
Desafíos principales del proyecto
Como todo proyecto de esta envergadura, el Puerto de Chancay enfrenta una serie de desafíos que deben abordarse para maximizar su potencial:
Desafíos técnicos en la renovación de la infraestructura portuaria;
La falta de infraestructura de transporte terrestre adecuada en el país, incluyendo carreteras y ferrocarriles;
Obtener inversiones suficientes para financiar el proyecto;
Compromiso con la sostenibilidad y protección del medio ambiente;
Inversión en tecnologías avanzadas para mejorar la capacidad operativa y reducir los impactos ambientales;
Involucramiento efectivo del gobierno peruano en políticas y regulaciones que respalden el proyecto, así como el establecimiento de incentivos fiscales para la inversión privada en infraestructura portuaria;
Desarrollo de negocios y alianzas estratégicas con otros actores de la cadena logística.
En conclusión, la modernización del Puerto de Chancay representa un proyecto ambicioso que promete impulsar el desarrollo económico en Perú. Al convertirse en un importante hub regional y una puerta de entrada hacia Asia, el puerto está destinado a desempeñar un papel crucial en el comercio internacional, aunque para alcanzar su máximo potencial, es necesario superar los desafíos existentes y garantizar un compromiso continuo tanto del sector privado como del gobierno peruano.
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